martes, 5 de diciembre de 2006

Ensayo de cántico...

¡Oh, qué cansado estoy
de mi cobarde, vieja, tan salvaje tierra,
y cómo me gustaría alejarme,
hacia el norte,
en donde dicen que la gente es limpia
y noble, culta, rica, libre,
despierta y feliz!
Entonces, en la congregación, los hermanos dirían,
desaprobando: «Como el pájaro que deja el nido,
así el hombre que abandona su lugar»,
mientras yo, bien lejos, me reiría
de la ley y de la antigua sabiduría
de mi árido pueblo.
Pero no he de realizar nunca mi sueño
y aquí me quedaré hasta la muerte.
Pues soy también muy cobarde y salvaje
y amo, además,
con desesperado dolor,
a esta mi pobre,
sucia, triste, desdichada patria.

Salvador Espriu, Ensayo de cántico en el templo,
cantada por Ovidi Montllor.


Salvador Espriu, "Ensayo de cántico en el templo",
en Castellet y Molas,
Ocho siglos de poesía catalana,
Madrid, Alianza editorial, 1976, pág. 520

Siempre me sorprendió que este poema se hubiera escrito en aquel pico del mapa, y no aquí, más al sur. Menos mal que existen traductores.

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