Un puente entre Europa y Asia

Si el mundo fuera perfecto, la amabilidad y hospitalidad del pueblo turco podría convertirse en un puente entre Europa y Asia. Por ahora, tenemos uno que une las orillas asiática y europea del Bósforo en Estambul, y varios barcos que hacen trayectos cada veinte minutos entre distintos puntos de estas orillas por el mismo precio que el tranvía urbano. Poner en contacto y en diálogo culturas, naciones, personas no es tan simple, aunque deberíamos intentarlo como la mejor opción frente a la guerra, la explotación, el terrorismo, la invasión...