Ropa cómoda
Todos tenemos alguna ropa con la que nos sentimos especialmente cómodos, que resiste el paso del tiempo sin terminar de estropearse, que mantenemos junto a nosotros y aún nos ponemos para el pequeño escándalo de quienes nos rodean...
No nos afecta demasiado, claro, la mirada de sorpresa o el gesto de desaprobación y, quienes nos quieren, sonríen al vernos con esa camiseta tan antigua que tiene ya tanto pasado, que ha vivido ya en tantos armarios, que ha acompañado ya tantas mudas de nuestra piel...
4 comentarios:
Ya solo te falta mostrarnos los calzoncillos...
¿O son slips?
¿Boxer?
¿Tanga?
No proporcionaré fotos, para evitar avisos de contenido objetable, pero proporcionaré alguna información:
Nunca me acostumbré a los boxer. Me resultaban como ir con unas calzonas de deporte debajo de los vaqueros...
Lo más parecido a un tanga que me he puesto son los suspensores que usaba para el ballet. Muy cómodos, te mantienen todo en su sitio y bien acomodado, fuera de la circulación de las piernas, que ya se sabe en ballet, las cruzas y descruzas, saltas, haces movimientos inverosímiles, y no conviene golpear nada.
De chiquitín, los braslip, aquellos calzoncillos de algodón blanco con salida frontal. Horrorosos.
Desde que pude, slips. Los más cómodos para mí. La cuestión está en escogerlos bien, que hay muchas formas y algunos son incómodos. Otros, en cambio, muy cómodos.
Toda una lección, sí señor. Muy instructiva.
Y una sorpresa: ballet.
Está visto que nunca acaba una de conocer a las personas....
cajita de sorpresas
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