lunes, 1 de enero de 2007

Parábola del billar ... y más.

La cantaba Luis Pastor, pero era un poema de Carlos Álvarez, de su época en las cárceles, entre 1963 y 1965.

NO PUEDE haber otro juego
tan cruel como el billar:
tres hombres en una celda
condenados a chocar.

Siempre es una bola blanca
la que ataca con afán:
la bola roja está roja
de los golpes que le dan.

¡Ay bola de roja sangre
que nunca quiere atacar!
¡Ay blanca bola de nieve
que la obligas a jugar!

El verde color del campo
se ha puesto triste de ver
que a la tierra malherida
no la dejan florecer.

Y todo, porque a unos hombres
les parece diversión
lanzarle a una bola roja
disparos al corazón.

El mismo Carlos Álvarez que luego escribió, en el ferrocarril de Langreo, en el verano de 1971:

Yo soy aquél que ayer no más decía
el verso rojo y la canción humana.
No me importa decir lo que decía.
Volverá la esperanza una mañana.

Fuente: Carlos Álvarez, Como la espuma lucha contra la roca,
Bilbao, Zero, 1976

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vengo a desearte un muy buen 2007 y me encuentro con esta curiosa "para-bola" en cuartetos!.

Que tengas un muy buen 2007 y que continúes con estas pequeñas-grandes inquietudes didácticas.

Un abrazo chiquitito, que está recién estrenado! jeje