De noche (imagen)
Entre la niebla del recuerdo y la del rato terrible que precede al amanecer, helado hasta los huesos, camino hacia casa. La ciudad se vuelve mágica, gótica. Ciclistas enloquecidos se deslizan casi sin ser vistos por las esquinas, los coches esconden sorpresas, suenan pasos y motores por donde quiera que vaya rompiendo el silencio ya tantas veces roto... Los gatos se escabullen al oir los pasos de los transeuntes, sólo a veces, como sordos, se sorprenden y saltan cuando ya estoy a su lado. Hay belleza por todas partes. Y humedad. Mi ropa se va oscureciendo. Va adquiriendo el tono de esta noche en la que todo es niebla, incluso el tráfico, los semáforos y las señales.
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