Tú quédate ahí calladito... que no pasa nada.
Eso es lo que parece decirle el Papa Benedicto XVI al fundador de los Legionarios de Cristo, al que no ha permitido que se procese en el ámbito canónico por abusos sexuales contra seminaristas, como podría esperarse tras las denuncias al respecto que se han producido.
Como decía Zifra, esto parece la película Uno de los nuestros.
La única pena impuesta a Marcial Maciel, según leemos en los medios, es la renuncia "a todo ministerio público" de su actividad sacerdotal y la petición de que lleve una vida retirada.
Creo que esto se comenta solo.
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