Recaída
Tantas cosas que no llegan al papel...
El sentimiento absurdo que domina la vida cotidiana en el desierto que atravieso. Un ejemplo, tal vez, insuficiente.
Más. La lágrima que evaporó el viento tórrido del dolor. La desesperación dispersa, el grito sin destino, el vacío viscoso, la oscura luz que no guía ya, ni a caminantes ni a bandoleros.
Aún más, el destilado de bilis que exuda el ánimo, la basura incorrupta que arrastra la voz, la tinta en el silencio, mis dedos, yo.
(De hace unos días. Sin embargo, parece tan lejano).
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