sábado, 1 de abril de 2006

De clones y repuestos... sanidad de millonarios.

Hoy estaba en clase, hablábamos de la evolución y de la antropogénesis. Analizábamos la secuencia evolutiva hipotética que lleva hasta la especie humana, tal como la plantea el equipo de Atapuerca en La especie elegida. Hablábamos de la importancia que tenían los cambios de concepción en este campo, en el que se abandona paulatinamente la idea del ser humano como producto último al que toda la evolución tiende, como producto único, no animal ya... Y veíamos cómo se presentan líneas evolutivas paralelas a los distintos troncos prehumanos, y como incluso se puede hablar de convivencia en el tiempo y el espacio de distintas especies, resultado de evoluciones paralelas, a las que podemos llamar humanas (por ejemplo el homo neanderthalensis y el homo sapiens).

Salió el tema de la no exclusividad de las llamadas cualidades humanas y de cómo, en cierto grado, las tienen otros primates... Así se vio que la línea entre lo humano y lo no humano se desdibujaba, que veíamos a los humanos -nos veíamos- como animales un poco especiales, nada más.

Al hilo de la distinción entre lo humano y lo no humano, una alumna, María, planteó la cuestión que le preocupaba más: la clonación como productora de seres humanos. Hablamos todos sobre las técnicas y los avances de la biotecnología, la posibilidad o no de clonar órganos aislados, etc. Lo que horrorizaba a mi alumna era que los técnicos afirmaban que aún no era posible clonar órganos, sino sólo personas completas, y que estas personas servirían para proporcionar los órganos para trasplantes si fuera necesario...

Terminamos hablando, claro, de qué era preciso para que esto fuera así, de qué implicaba, etc.

Concluimos que esto suponía criar a seres humanos como ganado. Ganado selecto, de lujo, preparado para fines médicos, ganado humano que no tendría derecho a una vida propia, porque en cualquier momento tendría que ser requerido para su despiece y su utilización como proveedor de repuestos.

Concluimos que el mantenimiento de ganado humano clonado sólo sería posible para los muy ricos, por lo que al despropósito de hacer surgir una vida humana para disponer de "piezas de repuesto" y al de, efectivamente, tomar partes de un ser humano hasta llevarlo a la muerte, se agregaba el de la exclusión social: sanidad de ricos y de pobres... y sanidad de millonarios.

No hay comentarios: