domingo, 4 de febrero de 2007

Hedonistas...

Según Esperanza Guisán Seijas, "el hedonista no ve nada heroico ni positivo en que los hombres sufran. Comprende que dado lo que el mundo es, lleno de dolores y limitaciones, la prueba del dolor puede humanizarnos y hacernos comprender lo que otros sufren. Pero, en sí, todo dolor es un agravio, y si los hombres sólo se hacen sabios en el sufrimiento es que las cosas funcionan mal en el Orden Cósmico, orden que habría que combatir e intentar cambiar en la medida en la que el hombre fuera capaz; denunciar y denigrar en la medida en que sólo nos quedase el derecho al pataleo.

El hedonista es el más radical de los rebeldes. Se extralimita en el sentido de que a su rebeldía no le pone límites, ni el juego de los posibilismos le resulta atractivo. Imposible es una palabra maldita en su diccionario porque implica un poder de algún tipo que coarta mi posibilidad." (pág. 41)

"Los hedonistas, paradójicamente, solemos ser dolientes incurables que queremos apurar al máximo la copa del vino espumoso del goce que se desvanece rápidamente, que se evapora antes de que nos hayamos percatado. Hemos visto un resquicio en la puerta y luchamos tenazmente por abrirla del todo. Es un esfuerzo colosal y necesitaríamos de la solidaria colaboración de los restantes humanos. (pág. 97)

Pero los humanos son insensibles al dolor y al goce de tanto que han padecido, o se han dormido simplemente para no sentir. Los más doctos se entretienen haciendo raíces cuadradas. Los más santos quieren salvar a los hombres y se mofan de los hedonistas, que sólo quisiéramos hacerlos algo más felicies.

[...]

Ser hedonista es una tarea heroica en un mundo mediocre y gris. Es como pedir demasiado dado lo que la vida y los hombres pueden dar de sí. Ser hedonista es ser un poco loco y no atenerse a realidades ni a posibilidades tan siquiera. Es jugar a una sola carta todo el capital. Es estar dispuesto a perderlo todo por vivir esperando que la brisa del goce nos acaricie las manos, el rostro, las nalgas."(pág.98)

Esperanza Guisán Seijas, Manifiesto hedonista,
Barcelona, Anthropos, 1990

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si esto es cierto. Estamos condenados a una vida llena de resentimiento y de frustraciones. Tendríamos que convertirnos en mentirosos, para poder llevar a todos los mediocres y gente que carece de sueños, que solo viven a la expectativa y funcionan por arranques de emociones. En fin tenemos que dejar de ser de este mundo como dicen los testigos de Jehová "aléjate del mundo y de sus pecados" algo así va la cita, referente a la misma tenemos que dejar de ser o luchar por no convertirnos en los mediocres que nos exige ser la sociedad. Hedonismo hedonista, en pocas palabras libre. Y libre con todo lo que conlleva si importar el dolor, pues no creo que el dolor sea malo, malo es lo que hacemos cuando nos producimos dolor, ya que nos equivocamos. Pues el universo perfecto nos exige ser lo, ser perfectos.


Adan Josafat A.A.