lunes, 16 de abril de 2007

Oleaje


Pulsación de lo azul:
Desnudez en activo.
Un aleteo blanco
Se vislumbra, latido
De frescor en relumbre,
Por entre arranques vivos
-Sí, gozan- a compás
De un pulso. No hay abismo.
¡Cuánto sol, sol y yo!
¡Nuestro el poder, qué brincos!
Alegrías de peces
Saltan sobre los riscos
-¡Soy, soy, soy!- de una crisis
De cima en vocerío.
Cárdenos ya, los verdes
Se atropellan. ¡Perdidos
Los aleteos, fugas
Ya planas! ¿El abismo
Tal vez? Vuelve la espuma.
Rotación de dominio.
Jorge Guillén, "Nivel del mar. Oleaje", Cántico,
Madrid, EL PAÍS, 2005, pág. 181

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lejos cantaba el mar.
El mar que yo no tenía
lo tuve que imaginar.

Y lejos el mar cantaba.
El mar que yo no tenía
en sueños lo imaginaba.

Profesor Portillo dijo...

mmm...

vivir lejos del mar, una nostalgia de fondo, de murmullos y humedades, de todo lo que envuelve...