jueves, 12 de abril de 2007

Felicidad y autoconcepto

No puede ser venturoso
quien no cree serlo.

Séneca, Cartas morales a Lucilio,
Barcelona, folio, 2007, pág. 36.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...Dick se convirtió en un hombre enormemente desgraciado; al menos para él mismo, lo que, después de todo, es lo definitivo.

Anónimo dijo...

Para mí está claro que las creencias que nosotros tenemos de nuestra imagen construyen una serie de ideas y pensamientos alrededor, lo que implica una concepción del mundo interior y de su consecuente manifestación en el exterior.
Bonito blog, a ver si me hago asidua.
Un saludo =)

Profesor Portillo dijo...

Además, ¿cómo disfrutar del exterior si uno mismo se niega la posibilidad de la alegría?