Volvemos a empezar...
Con toda su parafernalia, llegó el mensajero. Cielos con nubes, riadas, vientos que arrastran arena del desierto recién estrenado en que se convierte nuestro suelo, papeles que tiraron al suelo ciudadanos y ciudadanas, hojas que cayeron y no pudieron pudrirse por falta de humedad... ¿Tanto ruido para hacerme saber que se inicia el curso?
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