Escribir sobre la propia felicidad
¿Es más difícil escribir sobre la propia felicidad que sobre la propia desdicha o, simplemente, tenemos menos ganas de hacerlo?
Posibles causas:
- uno está ocupado siendo feliz y no quiere ponerse en la situación del escritor, un poco a distancia;
- un poco de vergüenza, pudor de exhibir la felicidad, miedo a parecer cursi o cualquier otra cosa, al ridículo, en suma;
- miedo a exponerse, a exponer el tesoro que se está viviendo a los ojos de los demás, a crear celos, envidia; y
- miedo a romper el hechizo, desbaratar el momento... ¿a pensar?, ¿a que la felicidad descrita, explicada, analizada, mostrada, deje de ser felicidad?
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