martes, 9 de octubre de 2007

Cuando digo no, quiero decir no...

Desde la violación, al abuso, desde la interpretación de planes y deseos cotidianos a la de elecciones de pareja... una sombra terrible, la de un presupuesto que se usa como justificación, como argumento de discusión, como coartada: las mujeres, cuando dicen no, en realidad dicen/piensan/desean otra cosa... (a veces a este se une el de "algo habrá hecho" o el de "le habrá dado pie").

Un ejemplo sin sangre ni daños físicos. Merece la pena leerlo desde lo general, buscando lo que tiene en común con otras situaciones, frases hechas y prejuicios de género...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si esto ocurre con los hombres jóvenes, ni te imaginas lo que pasa con los mayores. Esos que creen que a la mujer hay que rendirla como a una fortaleza, y que si dice no es para hacerse valer, para terminar diciendo sí cuando insista lo suficiente.

Anónimo dijo...

estoy absolutamente convencida de que una razón de que los hombres, sobre todo los jóvenes, no entiendan que No es que No, se debe a que los han criado en un sistema en el que "No" significa "sigue insistiendo". Cada vez que en el supermercado veo a una madre decir "no te doy un helado/ no/ no/ no/ toma", me echo a temblar.

Anónimo dijo...

No si lo de hacer una conquista que se decía antes tenía unas connotaciones de las que parece que no nos libramos: terreno, posesión, derecho de apropiación, metáfora bélica/violenta, la resistencia hace más atractivo/valioso el trofeo...

Y, claro, si le adjuntamos la educación blandita del esto no puede ser, bueno, ya veremos, vale, si te pones así, bien tómalo ya... un desastre.

Para contrarrestar un poco todo esto habrá que insistir mucho en las personas, en sus derechos y deberes y en que todos y todas somos personas con derecho a decidir y deber de respetar a otras personas.