Es un castillo enmedio del mar compuesto de dos pequeñas fortalezas unidas por un puente. De lejos se ven como una sola, como un barco o un submarino. Tal vez la torre del faro ayude al efecto, seguro la lejanía... Esto hacía que fuera una imagen omnipresente en nuestros sueños, casi tanto como en nuestro horizonte. Ese castillo, el castillo de San Esteban, es la pared izquierda de la Caleta, una playa de Cádiz.
Los faros siempre han ejercido sobre mí una especie de magnetismo romántico.
Hace muchos años, pasé varios veranos en una playa en la que, por la noche, iluminaba mi habitación la intermitencia del faro Sacratif. Podía echar la cortina, pero no lo hacía. Me gustaba dormirme así...
Va y viene el faro de la Caleta, el de Trafalgar (cerca de los Caños de Meca), los indicadores del Puerto de Cádiz, el de la Punta de San Felipe en una noche de pesca, el del cabo de San Vicente... También el del islote de los esclavos, apenas unas rocas saliendo del agua en la entrada de la bahía, que puede verse desde la Alameda...
(O Técnicos en señales marítimas, que era su nombre oficial en el cuerpo de Obras Públicas)
Ellos eran parte del encanto, del misterio y de la atracción del faro. Aunque luego resultara que era un señor de lo más corriente, viviendo con su familia en un sitio privilegiado....pero muy incómodo.
5 comentarios:
¿Que es?
Es un castillo enmedio del mar compuesto de dos pequeñas fortalezas unidas por un puente. De lejos se ven como una sola, como un barco o un submarino. Tal vez la torre del faro ayude al efecto, seguro la lejanía... Esto hacía que fuera una imagen omnipresente en nuestros sueños, casi tanto como en nuestro horizonte.
Ese castillo, el castillo de San Esteban, es la pared izquierda de la Caleta, una playa de Cádiz.
Los faros siempre han ejercido sobre mí una especie de magnetismo romántico.
Hace muchos años, pasé varios veranos en una playa en la que, por la noche, iluminaba mi habitación la intermitencia del faro Sacratif. Podía echar la cortina, pero no lo hacía. Me gustaba dormirme así...
Va y viene el faro de la Caleta, el de Trafalgar (cerca de los Caños de Meca), los indicadores del Puerto de Cádiz, el de la Punta de San Felipe en una noche de pesca, el del cabo de San Vicente... También el del islote de los esclavos, apenas unas rocas saliendo del agua en la entrada de la bahía, que puede verse desde la Alameda...
Pero ya no hay fareros...
(O torreros, como se llamaban antiguamente)
(O Técnicos en señales marítimas, que era su nombre oficial en el cuerpo de Obras Públicas)
Ellos eran parte del encanto, del misterio y de la atracción del faro.
Aunque luego resultara que era un señor de lo más corriente, viviendo con su familia en un sitio privilegiado....pero muy incómodo.
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