miércoles, 22 de marzo de 2006

Nos vemos, nos ven...

Sharon Stone ha manifestado recientemente que no fué, ni es, una musa erótica. No deja de ser curioso. Puedo pensar en unas cuantas personas que son pruebas de lo contrario, que se ponían nerviosos nada más oir su nombre, que poblaron sus sueños y su imaginación con la escena del interrogatorio en Instinto básico.

Muchas veces querríamos no haber dicho, no haber hecho... o, simplemente, que no se interpretara de esa manera lo que se dijo o se hizo. Ni nuestra intención ni nuestro autoconcepto mandan en nuestra imagen pública. Podemos intentar diseñarla con más o menos habilidad, pero al final manda la interpretación de los demás, que se extiende como una mancha de aceite, que sedimenta como el limo y el fango en las lagunas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje, Profesor Portillo nos cibervemos otra vez: Me resulta curioso tu post sobre todo porque para mí la conversión de Sharon Stone en mito sexual en esa burdísima escena, como las que acostumbra a perpetrar, el sobrestimado Verhoveen, sigue siendo un misterio. Es algo tan incomprensible como el pecho saltarín de Sabrina Salerno. Los ochenta dieron para muchas estupideces, no miro a nadie, pero por aquí alguien hizo "lecturas postmodernas profundísimas y epatantes" de un bodrio como Acoso. Esto nos pasa por no tener un Vattimo cerca y demasiados fluidos retenidos.
Lo prometido es deuda, aquí queda el comentario al post.

Profesor Portillo dijo...

Es gracioso el babeo generalizado del personal... y el hecho de que ella intente ahora negar que se convirtiera en mito también lo es...
Las perversiones de la percepción y la interpretación... la "carga teórica" que los espectadores ponían a la escena... todo eso es parte ya de un mundo 3 popperiano que se niega a desaparecer (es como ese papelito que escribimos hace años y reaparece entre las carpetas de una antigua conocida, inexistente ya en nuestra memoria, para hacerse públicos en nuestra ágora, ¿cómo librarse de él, si ni siquiera se sabe que aún existe, quién lo ha visto, quién, simplemente, sabe de su existencia comentada, descrita y aliñada...)