martes, 21 de marzo de 2006

El GATO araña las manos ladronas, devora el pescado podrido y defeca en la arena.


En El Salvador acaban de crear un nuevo partido político: el GATO (Grupo de Amigos de Toda la Oposición). Según el periódico digital Nuevo enfoque, el día 9 de marzo, 1455 personas se reunieron clandestinamente para su creación. Alguien ha reclutado durante dos años a estas personas de modo minucioso evitando que este proyecto quedara a merced de dirigentes políticos, de antiguos magistrados de la Corte Suprema de Justicia o el Tribunal electoral, de antiguos ministros, antiguos diputados y antiguos alcaldes.

Según el autor de la noticia en
Nuevo enfoque, la entrada en este partido es complicada, está sujeta al apadrinamiento múltiple de miembros estables y a un periodo de prueba de un año, en el que hay que demostrar disciplina, puntualidad, mística, fraternidad y solidaridad. El GATO es un partido en la sombra, que se planea salga a la luz en el año 2o1o, "para salvar de forma efectiva a El Salvador". Mientras tanto, sus miembros trabajarán en el anonimato, en células de cinco personas...

Da un poco de escalofrío el síndrome de logia secreta, de las que los superhéroes se dedicaban a combatir en nuestros tebeos de la infancia, unido a la ingenua publicidad de un secreto tan bien guardado. ¿Estamos ante el nacimiento de una leyenda urbana?, ¿de un mecanismo de control y coacción? (Cuidado conmigo, que soy del GATO, y somos tantos que nunca sabrás de dónde viene el golpe). ¿O estamos simplemente ante un cuento asusta políticos corruptos, como el del hombre del saco para los niños traviesos? Porque a su secreto el GATO añade su potencia, un buen número de miembros, de muy diverso origen y variopinta identidad:
militares de baja y activos, ex combatientes del FMLN, profesionales, estudiantes, religiosos, intelectuales, empresarios, sector informal, obreros, campesinos, etc.

El periodista de Nuevo Enfoque, ¿será él el organizador de el GATO?, informa de los fines de este nuevo partido: "
es un partido pacifista y medioambientalista, que tiene como objetivo cambiar el actual sistema político autoritario por uno democrático, cambiar el Estado de derecho autoritario por uno democrático". También nos cuenta sus planes inmediatos: "Cuando el GATO obtenga el poder político, lo primero que hará será cambiar el ordenamiento jurídico que protege y ha protegido a los ladrones de cuello blanco, para poder recuperar el dinero y los bienes mal habidos, y se perseguirá hasta la segunda generación de corruptos, para que devuelvan lo que le corresponde a todos los ciudadanos salvadoreños. El GATO hará una transformación tributaria y educativa, para que este pueble deje de ser guanaco (léase tonto) y recupere lo cuscatleco, se declarará héroe nacional al indígena Anastasio Aquino y madre de la patria a Prudencia Ayala, se demolerá el boulevard de los próceres y se construirá uno de los indígenas y será encabezado por la estatua de Feliciano Ama."

Estos fines, y planes, justicieros y revolucionarios, indigenistas y populistas, no logran tranquilizarme. Podría tratarse de un juego, una broma en la Red, un generador de rumores. Pero, si fuera verdad, y sin ocultar mi simpatía por los fines que manifiesta, me daría escalofrío pensar en las relaciones de poder que se gestan en el secreto y en la sombra. Casi mil quinientas personas convocadas en el más estricto secreto, ¿por quién?. Aunque claro, nos tenemos que preguntar, ¿se reunieron? ¿No trabajaban en el más estricto secreto, en grupos de cinco? ¿Tal vez tras le reunión bebieron la droga del olvido para olvidar las caras y los gestos?


No hay comentarios: