viernes, 8 de junio de 2007

Allá al fondo, el mar.


Más allá vimos cómo la marea vencía al río
y pequeñas olas superaban la corriente
haciendo crecer el agua en las orillas.

Veníamos de las rocas y las grandes olas
que golpeaban los acantilados en su base,
devorando y puliendo el laberinto de piedra,
creando cantos rodados de sal, cal y mármol.

Paseamos por la arena con los pies descalzos,
vadeamos el río dos veces,
sonreímos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Envidia sana. Ya empieza el verano.